Para este pobre desgraciado el amor era más que solo una palabra, más que solo un sentimiento... Para él, el amor, no era una ilusión, no era solo un juego más...
Para él, ver sus ojos, profundos como el océano, oler su perfume, más dulce que cualquier flor, oír su voz, más hermosa que el canto de mil aves, sentir su piel, más suave que el más fino terciopelo o que la seda más cara, para él no había un pasado, su vida había comenzado al tocarse sus labios...
¡Oh ese beso! Jamás podría olvidarlo... El sol, la Luna, las Estrellas, la Noche y el Día poseían un brillo completamente nuevo y puro después de ese beso, tenían el brillo del Amor... Y después de eso el no volvería a ser el mismo: Respiraría, comería y bebería pura y exclusivamente por el amor que sentía por ella, ese amor que aún después de miles de errores, seguía ardiendo con la fuerza de mil soles. y no habría nada mas aparte de ella, no había ganas, ni futuro, ni planes, ella era mucho más que su mundo, ella era su realidad...
Eventualmente, como siempre pasa en estas historias, la perdió, como los protagonistas SIEMPRE pierden lo más importante, créanme lectores que no tengo palabras para describirles el dolor, la desdicha, el sufrimiento, las ganas de destruir, de que el Caos se siembre que sufría nuestro triste protagonista...
Caos... si Caos! eso era su vida, desaparecía, se desvanecía, como si fuera un fantasma y nuestro "héroe" sabía que sin ella no había ni hoy, ni mañana, ni arriba ni abajo, ella era todo... su primera primavera... y ahora sin ella el invierno arrasaba como una feroz tormenta, destruyendo sin piedad sueños de felicidad y de alegría, sueños de confianza y de esperanza, destruidos en millones de pedazos... como su Corazón... destruidos...
Camus
25/05/10
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